La historia de Luis Mari, recogida eneldiario.es, pone en evidencia la dramática realidad que viven muchas familias afectadas por la exposición al amianto. Tras su muerte, su esposa y seres queridos se han encontrado con un dolor aún mayor: la inexistencia de un fondo público de indemnizaciones que alivie la carga económica y emocional que supone afrontar enfermedades letales derivadas del amianto. Esta demora en la creación de un mecanismo de compensación impide que personas como Luis Mari reciban la justicia que merecen. Todo ello alimenta la sensación de abandono por parte de las instituciones.

Exposición al amianto: un peligro latente

El amianto, también conocido como asbesto, se ha empleado durante décadas en la construcción gracias a sus propiedades aislantes y su bajo coste. No obstante, con el paso del tiempo, sus efectos dañinos han quedado al descubierto. Las enfermedades que provoca, como el mesotelioma o el cáncer de pulmón, suelen manifestarse tras un largo periodo de latencia, dificultando su detección temprana y empeorando el pronóstico de las víctimas. Además, la retirada deficiente de este material libera fibras tóxicas al ambiente, incrementando aún más los riesgos para la salud.

La necesidad de un fondo público de indemnizaciones

El caso de la familia de Luis Mari refleja la urgencia de crear un fondo de compensación efectivo, capaz de paliar los gastos médicos y ofrecer soporte legal a quienes sufren las consecuencias del amianto. La lentitud burocrática y la falta de recursos ponen en riesgo la estabilidad económica y emocional de miles de afectados, que, en muchos casos, ya han perdido a sus seres queridos. Sin este apoyo, las víctimas y sus familias se ven obligadas a enfrentarse en solitario a procesos judiciales largos y costosos.

El rol de AVIDA Málaga en la defensa de las víctimas

Como parte de nuestra misión en AVIDA Málaga, trabajamos para asesorar y apoyar a las personas que han padecido enfermedades relacionadas con el amianto, así como a sus familias. Consideramos que la concienciación social y la exigencia de responsabilidades son pasos fundamentales para impulsar la regulación y la retirada segura del amianto en todas las construcciones. Nuestro compromiso se centra en exigir acciones concretas que garanticen la salud de la ciudadanía y pongan fin a la desprotección de quienes sufren los estragos de este material peligroso.

Conclusiones

La situación vivida por la familia de Luis Mari no es un caso aislado. Mientras no exista un fondo público que ofrezca garantías y coberturas para las víctimas del amianto, seguirán multiplicándose los relatos de abandono e injusticia. Desde AVIDA Málaga, insistimos en la necesidad urgente de poner en marcha medidas que permitan a quienes han estado expuestos a este carcinógeno recibir la compensación y el respaldo que requieren. La salud no puede esperar. El Estado y las instituciones competentes deben intervenir con prontitud para evitar nuevos dramas humanos ligados al amianto.

Fuente:

eldiario.es